Experiencias
Sexo y Abundancia. Lo que aleja la envidia y la carencia
Existe el mito de que los franceses son engreídos, los italianos machistas, y los españoles, envidiosos. ¿Mito?
Existe una teoría de análisis de la personalidad llamada Eneagrama que contempla 9 principales personalidades, del 1 al 9. A cada personalidad le toca trabajar unas áreas de su vida más que otras. Para ello hay talleres, libros, cursos.
Bien, pues, ¿cuál es mi sorpresa? Hablando con una amiga sexóloga y terapeuta experta en Eneagrama, me comenta que también los países-culturas tienen rasgos de personalidad “eneatipos”. Y vienen a confirmar mi sospecha, los españoles y las españolas son un 4. La envidia.
La envidia viene de la conciencia de carencia. Es un lugar. Un lugar donde da igual si tengo mucho o poco porque siempre tendré un rictus amargo en mi cara. No importa el dinero que tengan; estas personas se relacionan desde “lo que no hay”.
No es un mito, es una realidad.
Os pondré ejemplos que seguramente escucharéis y diréis (espero que menos) a lo largo del día:
- Tu piso, ¿es de alquiler o es comprado?
- Uy que suerte, ¡te has ido de viaje! (aunque vuelva de Brasil de turismo de lujo), ¡qué bien vives!
- Tú, de lo tuyo, ¿ganas bien?
- ¿Y ese modelito…?
- ¡Qué bien te lo montas!
- ¡Qué envidia!
- ¡Pues qué caro!, (da igual que valga 1 euro o 1986)
- Ha cambiado de coche… le irá bien
- Regateos de precio con profesionales
¿Qué dice esto? Que tengamos lo que tengamos, siempre seremos pobres.
Mi terapeuta un día me dijo una frase mágica: “Dios no me des, ponme donde hay”. Pero, para quien se coloca en la carencia, la ecuación es de resta, nunca de suma.
Si yo tengo, tú no tienes. En lugar de ver que hay para todos. No estamos hablando de quienes de verdad no tienen, de la gente que sufre, que está en la calle y que no tiene nada que llevarse a la boca.
Fíjate, haz este ejercicio: observa cuantas veces hablas de dinero, de cosas materiales, cuantas veces comparas, cuantas veces “cuentas las cucas”. Créeme, eso no acerca ni el amor, ni el sexo, ni la riqueza.
¿Qué pasaría si celebro (o al menos no critico) las flores del jardín del vecino? Cultivaría las mías. Las regalaría. Las compartiría. Vería la belleza. Cómo nos cuesta en este país, al menos en esta ciudad, hacer las cosas de manera bella y abundante…
Esto se ve, se nota, se siente. Y es muy poco atractivo. Parece que con el amor y las relaciones hacemos como hemos hecho con el ladrillo: abaratar costes, para construir… En cambio, nos acercamos a lo cutre, nos empachamos en bufets de hoteles como si no hubiéramos visto jamás comida (que luego no acabamos), robamos bolis, pagamos de mala manera, despreciamos trabajos. Ponemos tapas rancias y volvemos al tipo de las tapas rancias. Mentalidad de postguerra en gente de 30.
A veces pienso que nos lo merecemos. Ni somos tan cuadrados como los del norte ni tan redondos como los del sur. No somos Brasil, con su calor y fiesta, ni Noruega, con su eficacia y corrección.
Ensuciamos. Ensuciamos los intercambios, bajándolos a algo feo y cutre. ¿Escuece? ¿Te has pillado, verdad?
¡Muévete! Da un paso del “no hay” al “hay tanto”. De la carencia y lo cutre a la abundancia. Esto también se ve en la cama. La carencia se lleva a la cama. También la envidia, la comparación, lo cutre, lo rancio.
Como diría Jodorowsky: “Lo que doy, me lo doy, lo que no te doy, me lo quito”.
Y ahora, imagínate debajo de una hermosa cascada. El sol baña tu cara, todo es luz y verdor alrededor tuyo. Si quieres imagínate con alguien. Luz, calidez, una sonrisa en tu cara. El agua fluye infinita. ¿Se te ocurriría buscar un grifo por si se gasta? No, ¿verdad? Eso es abundancia.
Da y date (no significa no comprar siempre ni no gastar nunca). Sé generoso y generosa con la vida. Déjate dar y recibir sin suspicacias. Tu cuerpo y tus sentidos se harán grandes maestros.
No hay un número de abrazos ni un número de orgasmos. Sólo si los cuentas.
Crea, crea, cree y deja de contar.
Un comentario
NENA
Olé, olé y olé lo brutalmente entendible que has hecho de tu texto con palabras tan cercanas y todo real como la vida misma! Jajaja
Mi caso? La carencia quedó en mi pasado.
AHORA VIVO DESDE LA ABUNDANCIA Y QUE ME QUITEN LO BAILAO! SÁ SÁ…SÁ SÁ!!! jajajaja
Un abrazo amoroso desde Málaga La Bella!!!!
GRACIAS POR TU COMPARTIR!!!