Relaciones
Preguntas para detectar el bullying (hacerlo y/o recibirlo): test de 10 tips
Series como «Maricón perdido» de Bob Pop o el asesinato de Samuel, nos demuestran que, antes de lo físico, existe un proceso de despersonalización de la víctima. Para agredirla, tenemos que deshumanizarla, hacerla cosa, arrancarnos la empatía para hacer daño. Y esto lo hacemos con el bullying.
El bullying o acoso al que me voy a referir, según el espacio, también puede ser mobbing si ocurre en el trabajo.
Se puede dar más allá del instituto. Puede ejercerse en grupos de amigxs, aficiones, deporte e incluso de militancia.
Hoy hablaré del que no es físico, aunque pueda tener consecuencias físicas (ansiedad, palpitaciones…).
Porque ya viene siendo hora de que nos miremos las pulgas. Pasa en toda clase de entornos. En un equipo de fútbol, en una ONG feminista, en un grupo LGTBIQ, en tu trabajo, en el vecindario…
A veces, parece por algo “claro”: por gorda, por llevar gafas, por estudiar mucho, por lento en el deporte, por pluma, por pijo (sí, sí, lo que oís), por alto… Y otras, no parece que exista un porqué. En cualquier caso, es, y será, una mierda.
Otra cosa que es importante es que, a veces, la víctima de bullying no es un encanto majísimo. Cómo en el caso de las mujeres víctimas de violencia de género: pueden ser un bicho, pero no por eso han de ser agredidas y asesinadas.
Es muy importante entender que, en la vida, habrá gente que nos caerá mejor o peor y que harán cosas mal y bien (igual que nosotrxs).
Tips para detectar que estás cometiendo/sufriendo bullying
- Alguien te cae mal y empiezas a no hablarle
- A tu grupo de pares, alguien le cae mal y sumáis vuestras críticas y silencios
- Alguien ha dicho o hecho algo mal, pero jamás se le ha explicado el qué y directamente se pasa al vacío
- Intermitencia: a esa persona a veces se le hace el caso justo y otras no
4.1. Aquí habría que incluir todo lo no verbal: gestos, miradas o tonos nada neutros - “Todos estamos de acuerdo que pepito es malo”: Despersonificar y entender que, si cae mal a todo el mundo, algo habrá hecho
- Aliados pasivos: “a mí no me ha hecho nada en particular, pero mantengo el silencio en el grupo y, a solas, sí que me relaciono”
6.1. Esto último es muy peligroso porque crea mucha sensación de ambigüedad y locura
6.2. Información ambigua: hay un plan/reunión y no decís los lugares específicos. No excluís claramente, pero tampoco invitáis. La otra persona se la juega a invitarse a un lugar poco seguro o no - Aumentar la temperatura: si hay un debate o un momento de crítica, aumentamos la intensidad de retroalimentación. “Sí, qué fuerte, y, además…”. A veces sumando e inventando
- No hay ningún momento de conversación clara y específica sobre el qué, por qué y cómo de lo que ha ocurrido
8.1. Puede que la víctima de bullying lo pregunte, pero jamás le dirán nada claro y, aún menos, útil - No parece haber posibilidades de reparación
- Justifico todo lo que hago y no hago por el grupo: “tengo la sensación de que, si cambio algo, mi lugar en el grupo puede estar amenazado y no quiero líos”
El buen trato y la sororidad no te obligan a ser amigxs, pero sí a no alimentar espacios chungos.
La claridad es una forma de amor, puede hacerse de forma más o menos dolorosa: “cuando hiciste o dijiste X, no me gustó y no me apetece mantener una amistad, pero puede haber una relación cordial y no sumaré para que te machaquen”.
También recordad que, si alguien hizo algo malo hace tiempo y ha pasado mucho tiempo sin explicación o sin posibilidad de reparación, y sigues castigando con el silencio o favoreciéndolo, estás ejerciendo violencia.
Espero que esto te ayude tanto si lo sufres (si es así, cambia los enunciados: “caigo mal y no me hablan”, “no sé si he hecho algo malo, pepita a veces me saluda y otras no”…) como si lo ejerces. O, si tienes compis que crees que tienen esos rasgos, esto te puede ayudar a darles herramientas.
A veces todxs facilitamos el bullying. Pero, para mí, la clave parte de mi crecimiento personal y social: tener un poco de alerta y comprometerme a no sumar al daño ni sumar asuntos pendientes con las personas.
Cuando hacemos bullying, no le estamos diciendo a una persona “esto que haces está mal”. Le estamos diciendo “tú eres algo equivocado, por lo que no mereces pertenecer”.
Esa persona, seguramente, cada vez sea más torpe y lo haga peor.
No estamos atacando a su hacer, sino a su ser: “tu ser es equivocado”.
Compártelo si crees que puede dar luz.
Delfina Mieville Manni
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