Y parece que … sueño puede a todo.
Cuando oí esto por primera vez me sonó al “piedra papel o tijera, lagarto Spok”.

Os lo dice una, que su cráneo se va a hacer uno con el portátil, en esas horas de trabajo dónde parece que alguien nos ha golpeado.

En el anterior artículo hablábamos de qué era sexo. Ahora vayamos con el cuánto, pero el cuánto estaba determinado por el qué. ¿Recordáis? Pues bien, también por el cuándo.

Cuando teníamos 20 años el sexo no era un problema, nadie estaba cansado, por miles de exámenes o borracheras, siempre era buen momento y buen lugar.

La facilidad dependía más bien de la permisividad de los padres y madres y de tener coche, o un portal recogidito.

Tampoco pedías que tu pareja fuera un Adonis ni una Venus. Llevabas un tiempito, le tenias cariño, a veces incluso le querías y mejor que mejor si estaba bien bueno. Más o menos la pareja se encontraba con la misma experiencia. No había currículos ni emocionales ni sexuales.

Yo sólo sé que mis recuerdos son maravillosos. Puede que no los de todo el mundo. Pero lo que sí parece es que se está dando una epidemia que acecha a personas productivas del primer mundo posiblemente urbanitas: «estulticia sexualis profunda».

[Tweet «Las parejas no se encuentran»]

Las parejas no se encuentran. Que si estoy cansado, que si me enfadé, que si siempre lo mismo, que si tengo que hacer la comida. Que si yo por la mañana, pues yo soy de siesta…

Un querido profesor mío – Roberto Sanz- nos contaba de un paciente suyo que trabajaba mucho y tenía pocas “F” grandes. Y parece ser que le preguntó algo como ¿Quieres ganar 100 euros más al mes o “F” más?

Ah, porque luego no acaba ahí, luego está el gimnasio y salir con los amigos y amigas. El segundo genial, pero ¿el primero? Sí, claro, sales del gym que has agotado lo poco de energía que te quedaba – si es que no eres un pobre vigoréxico con cara Bartolo y cuerpo de Chuck Norris- ¿y qué haces? ¡Y encima encantado o encantada porque te quedas muy relajado del estrés! Obviamente con esa salida de endorfinas poco apaño vas a hacer.

Ahora una pausa, esto no es una campaña a favor del sedentarismo, mucho cuidado. Simplemente creo que sería interesante plantearse qué es salud.

[Tweet «La salud sexual también es salud»]

Y la salud sexual también es salud. Según la Organización Mundial de la Salud:

“Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales”.

No es imprescindible como comer o dormir. Nadie se muere. Pero si es central. Probablemente más que el tener 2 kilos más o menos.

Es ese lenguaje con el otro y con la otra desde la profundidad, desde la esencia – cada momento con su matiz- mueve el apego, mueve la ternura, la pasión, la aventura. Hace que por unos momentos podamos ser cada una de nuestras sensaciones y a la vez dejar de ser, para “ser en otro”.

Ahora bien, luego se prepara la escapada romántica. Y queridas y queridos para que la escapada sea romántica tiene que haber algo. No cocinamos en toda la semana y luego queremos comer de microondas… Con el sexo eso no vale.

Hace poco me contó una mujer – obviamente trabaja unas 12 horas al día y llega a casa que no duerme, más bien se desmaya-, que se fue de vacaciones con el novio. En todo este relax y descanso, ella se puso mimosa, él novio se dio la vuelta y le dijo “no, pues ahora yo no quiero”. A ella obviamente le dolió el punto vengativo, pero el chico estaba en todo su derecho. Como ataríamos con el anterior artículo, sin grandes “E” hay poca “F”.

Sin olvidar todo el tema de género, que se espera que ellos siempre quieran y sean quienes demandan.

Aún no entiendo como una cultura tan hedonista, infantil, consumista … bueno sí, sí lo entiendo. Es mejor tener un iPhone (o todo aquello que simboliza, algo semejante como puede ser un coche, un gorro hipster, unos patines, y sobre todo contar a todo el mundo lo que tienes y qué haces con ello) que 5 orgasmos. Mejor un “ me gusta” a un abrazo”. Puede que…. iPhone pueda a todo.