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Es la peor época del mundo para las parejas. Incluso a mí antes me daba pereza hacer terapia de pareja. Porque (me-nos) reflejan las sombras y las luces de cada uno. Hablo de las nuestras, las del primer mundo. 

He tenido el regalo en consulta de recibir parejas maravillosas que por fin me hacen ver hombres nuevos con una sensibilidad y una fuerza increíble. Mujeres valientes y resilientes. Nuevas y viejas masculinidades y feminidades.

Creo que las parejas de ahora son las más valientes del mundo. Porque en una época en la que todo es falta de estabilidad, en la que nada tiene por qué aguantarse, ahí están. La pareja es nuestro mayor reto, y más ahora que pedimos mucho más que antes a nuestros compañeros de viaje.

Ahí estáis cuando se os acabó la paciencia. Cuando se os acabó el deseo. Cuando la vida os separa y cambia de trabajo y queréis seguir. Ahí estáis cuando la sociedad os dice que como sois dos mujeres lo tendréis más difícil. Seguís.

Ahora que el amor ya no está de moda. Que la dependencia es algo de frágiles y malo, donde lo bueno es ser una especie de alto ejecutivo emocional, práctico, pragmático, que analiza costes y beneficios. Donde ha ganado una vez más la razón y lo duro a la emoción y lo blando. Ahí estáis. Y vais a terapia cuando el otro no quiere. Y vais juntos cuando no tenéis tiempo. Porque os dais cuenta de que, en el fondo, por mucho que digamos, lo que importa son los abrazos del principio y del final del día.

Porque en el fondo necesitamos un espejo de nuestras miserias y nuestras sombras. Pero lo que más necesitamos es a quien saca esa heroína y ese héroe del asfalto de todos los días. Esa pasión, esos gestos ñoños y llenos de azúcar. Esas locuras. Eso que te hace decir: “con todo estoy viva y siento, siento y por lo tanto, estoy viva”.

Ahí estáis. Cuando podríais dejarlo, buscar a alguien más fácil, correros la fiesta, iros a otro país. Cuando nadie lo entiende, cuando todo lo real dice lo opuesto a vuestro corazón, seguís.

¿Cuándo ha sido la última vez que has pensado en escribir “te amo” en las paredes de tu ciudad?

Cuando habéis explicado la misma emoción 29.384 veces. Cuando os habéis inventado mil detalles para reconquistar. Cuando habéis pedido tantas oportunidades, cuando os han defraudado. Cuando os habéis roto y reconstruido.

Queréis ser algo más con la otra u otro. Incluso cuando os habéis preguntado tantas veces “qué hago aquí”, os quedáis. Os quedáis con la ilusión de poderos, por fin, desnudar con esa persona, sin castigo, sin redes, y cobrar sentido, otro sentido.

Las parejas de ahora son las más valientes del mundo.